Si los niños/as son menores de 5 años.
Se consideran que pueden ocasionarse por aspectos madurativos relacionados con el control de impulsos o por pautas educativas aplicadas por los padres y en la escuela para incrementar y aprender conductas y hábitos adecuados o para inhibir o reducir la frecuencia de conductas perturbadoras.
En este caso se suelen abordar con técnicas de modificación conductual, centrando el entrenamiento en los padres, para aprender a aplicar técnicas que permitan neutralizar las conductas perturbadoras y estimular rutinas y hábitos saludables. La intervención en la escuela esta canalizada por los equipos de Orientación Educativa.
Si los niños/as son mayores de 5 años
Es necesario realizar una Evaluación Neuropsicológica para determinar las causas y establecer un diagnóstico. Dentro de las causas posibles podrían ser las relacionadas con el TDAH, situaciones traumáticas familiares (divorcios conflictivos, pérdida de un ser querido, violencia de género), o situaciones traumáticas en la escuela (bullying) entre otros relacionados con la integridad física y psicológica de los niños/as que según los casos requerirá atención especializada (por ejemplo, en los casos de maltrato infantil).
El Trastorno negativista desafiante
Cuando los aspectos conductuales, según la edad adquieren connotaciones de gravedad importante estaríamos hablando del Trastorno negativista desafiante que se puede presentar antes de los 5 años (conductas diarias y al menos durante 6 meses) o desde los 5 años o mas (una vez por semana durante al menos 6 meses). Ocho tipos de conductas que describiremos a continuación.
El Trastorno negativista desafiante es un patrón recurrente de comportamiento desafiante, desobediente y hostil dirigido hacia figuras de autoridad (padre, madre, profesores u otros adultos) que dura al menos 6 meses. Estos comportamientos se expresan por terquedad persistente, resistencia a las órdenes y renuencia a comprometerse, ceder o negociar con adultos o compañeros. En algunos casos tratan de comprobar de forma deliberada los límites establecidos, ignorando órdenes, entablando discusiones y no aceptando ser acusados por sus actos.
Frecuentemente la hostilidad se expresa molestando deliberadamente a otros, o agrediendo verbalmente y suele ser más frecuente en el hogar, aunque no lo ponga de manifiesto en la escuela o la comunidad. Este comportamiento debe persistir al menos durante 6 meses y se caracteriza porque se observan con frecuencia y casi diariamente 4 o más de las siguientes conductas:
Enfado/irritabilidad
- A menudo pierde la calma.
- A menudo esta susceptible o se molesta con facilidad.
- A menudo esta enfadado y resentido.
Discusiones / actitud desafiante
- Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y adolescentes
- A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas.
- A menudo molesta a los demás deliberadamente.
- A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo
- Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos 6 meses.
Estos comportamientos deben aparecer con más frecuencia de los que típicamente se observa en personas de la misma edad o nivel de desarrollo comparable, suelen ser más evidentes en la interacción con adultos o compañeros a quienes conoce bien, no se consideran a sí mismos como negativistas o desafiantes y justifican su comportamiento como una respuesta a exigencias o circunstancias no razonables.